Viña Ardanza Reserva 2017
La Rioja Alta
/Rioja
/ Tempranillo 80%, Garnacha 20%.Viña Ardanza Reserva es un vino emblemático elaborado en las cosechas más extraordinarias, símbolo del gran Rioja con reconocimiento internacional por su equilibrio, sedosidad, potencia y una personalidad inconfundible.
- Bodega
- La Rioja Alta
- Zona
- Rioja
- Uva
- Tempranillo 80%, Garnacha 20%.
- Envejecimiento
- 3 años en barrica de roble americano de 3 vinos para el Tempranillo y 30 meses para la Garnacha. Dos años mínimo en botella, antes de su salida al mercado.
- Color
- Tinto
- Botella de
- 750 ml.
- Graduación alcohólica vol.
- 14,5%
- Añada
- 2017
- Puntuación R. Parker
- 94
- Origen
- España
- Rojo picota de capa media alta con un borde rosáceo intenso.
- Gran intensidad donde sobresalen los aromas especiados de pimienta negra, clavo, canela y vainilla que envuelven unas finas notas de frutillos rojos.
- Agradable estructura, equilibrada acidez y unos taninos delicados y envolventes. De amplio retrogusto, sobresale su redondo y elegante final.
- Retrogusto especiado y balsámico.
- Asados de carne, carnes rojas, caza mayor, guisos de pescado muy condimentados, quesos ahumados y curados. Barbacoas.
- 16-18ºC
Hablar del grupo bodeguero de La Rioja Alta es evocar uno de los mejores vinos de una tierra muy ligada a la vid y su fruto. El documento más antiguo conservado que hace referencia a la existencia de viñedos en esta comarca data del año 873. Datos del Ministerio de Agricultura, referidos a 2012, afirman que la vid representa el 30,6% de las tierras cultivadas de La Rioja, consolidándose como el Región con la mayor superficie de viñedos con respecto a la superficie cultivada y siendo una de las que más aporta producción de vino al Estado, a pesar de ser la penúltima en extensión territorial. La Rioja huele a vino.
A finales del siglo XIX, varios enólogos franceses llegaron a La Rioja en busca de zonas aptas para la plantación de uva, ya que la mayor parte de sus cultivos habían sido destruidos por la filoxera, la devastadora plaga que surgió en 1870 en Burdeos. Encuentran en La Rioja una tradición vitivinícola milenaria, aunque con ciertas deficiencias técnicas que se encargan de transmitir a los viticultores de la región, produciendo así un prolífico avance en la cantidad y calidad de los vinos de la zona.