Viña Arana Gran Reserva 2015
Viña Arana Gran Reserva es la nueva incorporación al catálogo de la bodega La Rioja Alta. Un tinto gran reserva que complementa a los prestigiosos 890 y 904. Un vino con frescura, intensidad y sofisticación que crean un estilo propio y gran capacidad de envejecimiento.
- Bodega
- La Rioja Alta
- D.O.
- Rioja
- Uva
- 95% Tempranillo. 5% Graciano
- Crianza
- 36 meses en barricas de roble americano
- Color
- Tinto
- Botella de
- 750 ml.
- Graduación alcohólica vol.
- 14,5%
- Añada
- 2015
- Puntuación R. Parker
- 92
- Origen
- España
- Color granate limpio, de capa media e incipiente borde rosado
- Muy intenso en nariz con notas de grosellas, frambuesas, moras silvestres y ciruela roja madura y un complejo bouquet con notas balsámicas de su crianza: vainilla, clavo, café, caramelo y brioche.
- Muy sabroso en la boca, destaca por su textura clásica. Fresco y vibrante, equilibrado, con amables y dulces taninos. Su paso por botella aporta gran complejidad y elegancia, propia de este estilo de vinos.
- Especialmente recomendado con todo tipo de carnes y guisos, pescados condimentados, postres con cobertura de chocolate o frutos rojos. Perfecto como copa de sobremesa.
- Para disfrutar ahora, pero con una larga vida por delante.

Hablar del grupo bodeguero de La Rioja Alta es evocar uno de los mejores vinos de una tierra muy ligada a la vid y su fruto. El documento más antiguo conservado que hace referencia a la existencia de viñedos en esta comarca data del año 873. Datos del Ministerio de Agricultura, referidos a 2012, afirman que la vid representa el 30,6% de las tierras cultivadas de La Rioja, consolidándose como el Región con la mayor superficie de viñedos con respecto a la superficie cultivada y siendo una de las que más aporta producción de vino al Estado, a pesar de ser la penúltima en extensión territorial. La Rioja huele a vino.
A finales del siglo XIX, varios enólogos franceses llegaron a La Rioja en busca de zonas aptas para la plantación de uva, ya que la mayor parte de sus cultivos habían sido destruidos por la filoxera, la devastadora plaga que surgió en 1870 en Burdeos. Encuentran en La Rioja una tradición vitivinícola milenaria, aunque con ciertas deficiencias técnicas que se encargan de transmitir a los viticultores de la región, produciendo así un prolífico avance en la cantidad y calidad de los vinos de la zona.